Siempre he considerado que los burros damos más por amor que por temor. Es noticia sabida que a los burros nos gusta poquito el agua, quizá sea porque nuestro origen está en las áridas tierras de la sabana semidesértica africana. Por eso os quiero mostrar este vídeo insólito, en la que unos amigos belgas de Iván muestran cómo los burros pueden seguir a sus dueños hasta el mar si es preciso cuando la relación se basa en la confianza plena.
1 comentario:
Son unos burros muy guapos, además de inteligentes confiando en su dueño.
A mí tampoco me gusta demasiado meterme en el agua, pero cuando veo a mi papá, me animo y voy a buscarle.
Hablaré de vuestros amigos en la bitácora en la que trabajo como becaria.
Un guauu muy alto para tí, Romero, para tus amigos y para Iván.
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