martes, 1 de noviembre de 2011

Animales que ayudan a las personas

Uff, varios meses ya desde la última vez que este burro se puso a aporrear el teclado para protestar y denunciar el abuso intolerable del burrito del Peropalo. Desgraciadamente el asno sigue participando en este "carnaval", pero el empeño de Iván durante varios años ha logrado que buenas personas en Extremadura se hayan incorporado a esta lucha. Y, ¿dónde anda Iván?, os preguntaréis.

Pues Iván, después de dejar la dirección de El Refugio del Burrito, no se quedó ocioso (bueno, sí, un poco, pero es que también hay que descansar) y se ha embarcado en un nuevo emprendimiento social, la asociación Nexo Animal.

Tras ser uno de los pioneros en el uso terapéutico del asno en España, Iván ha formado un nuevo equipo con el que fomentar el uso de animales domésticos en actividades educativas y terapéuticas. Perros, caballos y asnos son sus compañeros en esta nueva aventura que promete dar mucho que hablar y disfrutar.

Desde aquí os animo a seguir a Iván y a Nexo Animal, tanto visitando su web como su página en Facebook.

martes, 8 de marzo de 2011

El burro sufre en el Peropalo, y es víctima de trato antinatural

Un año más, un asno, convidado a la fuerza, ha sido obligado a padecer el maltrato de la "carrera de elecciones".

El recorrido por las calles de Villanueva de la Vera ha durado una hora, durante la cual, un jinete ebrio montaba sobre un asno que cayó al suelo al menos en tres ocasiones, mientras eran rodeados por una piña de participantes que trataban de impedir que fuera grabado por las cámaras, una vez han reconocido a los voluntarios de stop peropalo.
Peropalo 2011
Todo empezaba poco antes de las diez de la mañana, cuando el asno llegaba a las inmediaciones del Polideportivo desde su cuadra con la destacada ausencia del veterinario oficial de la Consejería de Agricultura y la presencia de una unidad del Seprona. De allí sería conducido hasta las inmediaciones del Ayuntamiento para que fuera montado por un jinete y llevado a empujones por las angostas calles de Villanueva de la Vera en un recorrido accidentado donde el burro fue sometido a un trato cruel y antinatural que incluye varias caídas y la monta de una "jinete" extra sobre el cuello del atemorizado animal que, incluso, fue forzado a sentarse sobre la grupa para mayor regocijo de los participantes.

El asno, ha sido zarandeado durante todo el recorrido, desde ambos lados, dada la presión que sobre el animal provocaban los estrechamientos del recorrido y la multidud de festeros congregados. Igualmente el burro ha sido empujado desde sus traseros, cada vez que se ha "negado a caminar" y ha abandonado la plaza, al finalizar la "fiesta" literalmente arrastrado por los burreros y empapado en sudor.

El ruido era ensordecedor, como atestiguan los activistas de defensa animal presentes en esta "fiesta", con continuos disparos de salvas a escasos metros del asustado asno. Hay que tener en cuenta que el asno tiene un oído extremadamente sensible y un estruendo así puede causarle dolor. Los supuestos "protectores" del asno, que según el Ayuntamiento velan por el asno rodeándolo durante el "paseo", apuraban sus bebidas alcohólicas minutos antes de que el asno llegase al pueblo.

Finalmente, al cabo de una hora de recorrido el asno era devuelto a su establo tras un somero reconocimiento por parte del veterinario oficial.

Es lamentable que, casi nueve años después de la aprobación de la Ley 5/2002 de Protección de los Animales en la Comunidad de Extremadura, aún tengamos que seguir siendo testigos de estas prácticas y que la Junta de Extremadura no haya sancionado ejemplarmente al Ayuntamiento de este municipio por mantener y apoyar esta celebración.

+información sobre El Peropalo

viernes, 25 de febrero de 2011

EL PRESIDENTE DE LA JUNTA DE EXTREMADURA

"Sea notorio a todos los ciudadanos que la Asamblea de Extremadura ha aprobado y yo, en nombre del Rey, de conformidad con lo establecido en el artículo 49.1 del Estatuto de Autonomía vengo a promulgar la siguiente Ley.

La creciente sensibilización de los ciudadanos extremeños por la protección de los animales, en concordancia con la existente en las sociedades más avanzadas, aconsejan crear un instrumento legal que permita la defensa, respeto y salvaguarda de los animales frente a conductas que supongan maltrato, violencia, vejaciones o el mantenimiento de los mismos en condiciones higiénico-sanitarias contrarias a su especie y grado de desarrollo; al tiempo que dicho instrumento sirva para fomentar esta sensibilización por los animales de acuerdo con lo previsto en los Tratados y Convenios internacionales suscritos al efecto.

La presente Ley tiene, pues, por objeto la protección de todos los animales existentes en la Comunidad Autónoma de Extremadura, ya sean domésticos, -de compañía o de renta- o salvajes en cautividad, excluyéndose el régimen de las especies autóctonas y la fauna silvestre, que por su especial significación y singularidad son objeto de una regulación específica, incardinada en normas de defensa y conservación de la naturaleza y de protección del patrimonio natural de Extremadura.

Por todo ello, partiendo de la inexistencia de una legislación regional sobre la protección de los animales, que recoja las condiciones de cuidado y respeto que a todos corresponde, y el régimen sancionador que derive de su incumplimiento, se hace precisa la promulgación de esta Ley en el ámbito territorial de la Comunidad Autónoma de Extremadura."

"Por tanto, ordeno a todos los ciudadanos que sea de aplicación esta Ley que cooperen a su cumplimiento, y a los Tribunales y autoridades que corresponda la hagan cumplir." *

Mérida, 23 de mayo de 2002.

El Presidente de la Junta de Extremadura,
Juan Carlos Rodríguez Ibarra.

*Preámbulo y disposición final segunda Ley 5/2002 de Protección de los Animales en Extremadura

"En esta fiesta se dan las circunstancias para que se produzca maltrato y, de hecho, se produce. No vale la doctrina de que no hay lesiones. lo que es evidente es que hay maltrato y sufrimiento."

Casi nueve años de la publicación y entrada en vigor de la ley y seguimos en las mismas.

Sr. D. Guillermo Fernández Vara: ¿a usted cuántas firmas le valen para acabar con el uso del asno en el Peropalo?

A MÍ SÓLO UNA; LA SUYA


Gracias

Iván Salvía

lunes, 7 de febrero de 2011

Que se cumpla la Ley

En el año 2002, la Asamblea de Extremadura aprobó la Ley de Protección de los Animales de la comunidad autónoma de Extremadura. Esta ley nacía fruto de la necesidad de armonizar la legislación autonómica a la norma que rige al respecto en la Unión Europea y de dotar a la sociedad extremeña con un instrumento legislativo adecuado para la protección de los animales.

Peropalo

La Ley recoge la siguiente prohibición en el artículo 4: "Se prohíbe la utilización de animales en espectáculos, peleas, fiestas populares y otras actividades que impliquen crueldad o maltrato, puedan ocasionarles sufrimientos o hacerles objeto de tratamientos antinaturales."

El gobierno de Fernández Vara ha ignorado sistemáticamente las peticiones y campañas de ciudadanos y organizaciones protectoras para que se evite la utilización de un asno en el carnaval de Villanueva de la Vera. Este asno es utilizado de un modo abusivo contrario a la naturaleza y uso de este atávico animal, sometiéndolo a un cruel acoso y hostigamiento impropio de una sociedad avanzada, suponiendo este ritual una clara infracción a la Ley y un pésimo ejemplo para la juventud y la infancia.



Ya es hora de que todo esto cambie, tu acción es fundamental. Participa AHORA en nuestra protesta.
Juntos podemos lograr el cambio.

jueves, 9 de septiembre de 2010

Despedida de Nana (por Rafael Benjumea)



Cómo me acuerdo, Nana, cada vez que escucho tu nombre, del copleo rasgado que salía de la radio cascada de mi madre cuando era yo un pequeñuelo que apenas acertaba sus primeros pasos por esta vida injusta y salobre:

“Gitana, que tú serás
Como la falsa moneda;
Que de mano en mano va
Y ninguno se la queda”

El autor de esta letrilla jamás imaginó al escribirla que fuese aplicable a una hermosa burrita a quién la vida dio la espalda tanto tiempo. Dieciséis dueños, dieciséis, macabro cartel esa vida tuya antes de conocernos, en tus once años de vida.

Dieciséis dueños. Incomprensible tiovivo decrépito de cariño ausente. Una tras otra, fuiste de mano sin tacto a mano sin tacto, sin palabras de aliento, sin cuidados… ¡Qué inmensa la frialdad del ser que se considera humano tan a menudo!

Cuando te conocimos, Nana, habían puesto precio a tu vida: Una vespilla gripada por una burra inútil, pensarían ellos. Hay veces en que la maldad no tiene nombre y las palabras faltan para bautizarla.

Cuando te conocimos, Nana, ya no sabías caminar. Te habían desenseñado a base de descuido y torpeza, incomprensión, ignorancia. Tus cascos, cuernos de cabra ya en doloroso gesto torcido, mueca estremecedora. Tus patas, Nana, hueso hueco vaciado de vida.

Llegaste a nosotros en un crudo día de invierno, de aguanieve quemando las frentes y un cierzo insolente y cansino. Apenas podías tenerte en pie… te habían desenseñado a caminar. Verte bajar del camión cubierta de agüilla escarchada y viento impertinente dolía tanto como imaginar el macabro cartel, tiovivo irónico y resabiado, de esa vida errante que nunca pediste. El aura negra de tristeza que empañaba tus ojos oscuros contaba diez mil historias que ninguno se atrevía a oír…

Pero llegaste a nosotros y, a pesar de los pesares, a pesar de tu delgadez inmerecida y tu cojera injusta, a pesar de las malaventuranzas, del desenseño y la desidia que te habían rodeado y que cerraban tu boca al más mínimo rebuzno, aunque fuese de dolor, logramos que aprendieses una primera palabra al conocernos: Esperanza. Hope, nuestra Espe querida, que también se marchó de nosotros hace tan poquito, de seguro musitó su nombre desde su prado, mostrando orgullosa sus heridas y su hogar como una señal de que había aún por qué luchar. La esperanza nunca muere.

Fuiste valiente, Nana, dispuesta siempre a dejarte tratar por manos expertas; por una vez, manos que ampliaban tu vocabulario emocional con otra nueva palabra: Cariño.

Fuiste valiente, tus cascos recortados y tu cama de serrín, todo blando de espuma y arena del mar, tu prado nuevo, tus amigas nuevas… todo alimentaba tu fuerza y, a pesar de los pesares, empezaste a florecer.

Nana; un animal bello como un rayo de luna olvidado a la noche en medio de nuestros días, un ser dulce de miel libada en flores de primavera. Nana; un milagro a cuatro patas que aprendía a caminar con once años.

Y de repente, aprendiendo a caminar, floreciendo como lo hacías, estallaste de un modo mágico, casi imaginario, surrealista como el mejor Dalí:

¡Nana ha sido madre! Un tres de Mayo inolvidable en la memoria de todos los presentes, eternamente húmedo en las lágrimas de felicidad pura que a todos nos brotaban en silencio. Aquella gitana de luna que fue de mano en mano, aquella escuálida sombra de una burrita que apenas podía tenerse en pie, vino preñada de vida… era imposible; pero allí estaba la futura Alicia, contemplando por vez primera el país de las maravillas que, al contrario que a su madre, le había tocado en suerte.

Fuiste valiente, Nana, con nadie compartiste los rigores del parto en la madrugada, ni un ápice de queja en tu rostro días antes. Valiente y comedida, preciosa y floreciente. Un milagro en forma animal. Nana, cuya única alegría debió ser recibir uno de los más hermosos nombres que puedan llevarse, ahora tenía la inmensísima suerte, la incomparable alegría, de cantar canciones de cuna al fruto de su vientre.

Año y medio duró el éxtasis, Nana. Aunque sabíamos que dolía, mayor era tu deseo de estar con Alicia y cantarle al oído cada mañana que de irte antes de verla independiente.

Ya no estás. Y Alicia, que te susurraba tus nanas al oído mientras te ibas, ahora se pregunta qué nuevos pasos ha podido aprender su mamá, que tan lejos la han llevado de ella…

Con todo, en ella vivirá tu memoria por siempre, incluso después de que, en un día muy lejano, Alicia siga los pasos, al son de tus canciones de cuna, que tú le enseñaste y jamás le desenseñaremos.

Mil besos de miel para ti, pequeño rayo de luna. Verdaderamente, siempre te llevaremos en el corazón.

Nana, jamás serás
Como una falsa moneda;
Corazón con el que das
Para siempre te lo quedas.

miércoles, 7 de julio de 2010

EL BURRO Y LA TAPIA

EL BURRO Y LA TAPIA (por MARIANO ESTRADA VÁZQUEZ)

La tapia tiene un boquete
por donde el burro se escapa.

Ponle unos palos,
ponle unas zarzas.

Allí las sombras son frescas
y tiene yerbas a esgaya

¿Por qué se escapa?

Hay que ponerle unos palos,
hay que ponerle unas zarzas.

Las zarzas todas las quita,
los palos todos los salta;
los grillos todos los rompe
y siempre arranca la estaca.

Quizás le pique la mosca.

Lo que le pica es el alma.

Del otro lado del aire
hay una burra que canta.

Entonces es burro suelto.
¿A qué cerrarle la tapia?

jueves, 1 de julio de 2010

Bienvenida al Mundo, Pequeña (por Rafael Benjumea)

Nuestro cronista Rafael Benjumea asistió ayer al parto de Romina e ilustra su experiencia con este hermoso texto.



¡Romina está de parto! Casi no podemos creer lo que oímos… ayer fue Romera; esta mañana, Romina.

Acudimos en tropel desde prados, caminos y oficinas a presenciar el milagro nuevo, segunda parte de este partido espléndido que la vida nos ofrece. Yo, cámara en mano, como un paparazzi desquiciado, casi tropiezo al llegar a la cuadra.
“No os acerquéis, parece que el parto viene complicado”- gruñe Learna con gesto preocupado- “Rafa, vuelve dentro de diez minutos y ya veremos cómo va la cosa”. Vuelvo cabizbajo a la oficina, ayer llegué tarde… hoy, en mal momento… y ansío tanto poder ver un parto…

Los diez minutos se hacen eternos, comunico a Iván lo que está pasando. Todos nos mantenemos informados en espera tensa y preocupada. Los segundos se alargan como las sombras del sol poniente que semejan líneas infinitas.
Vuelvo a la cuadra, sigiloso, como un felino al acecho; Si hay complicaciones no quiero ser causa de ningún sobresalto. Learna me indica con un gesto que la cosa va mejor, puedo acercarme sin peligro; en silencio, eso sí. Jill lo está grabando todo, yo no puedo esperar para tomar las fotografías.

Al llegar, lo que veo me deja mudo. Ha empezado a salir la cría. Bajo la cola de Romina asoman, tímidos y envueltos en una bolsa perfecta y blancuzca, una brevísima pezuña y un rosado hociquillo. No puedo evitar las lágrimas al pulsar el disparador de la cámara. Jamás ví algo tan hermoso.

Romina se incorpora, a la espera de otra contracción que empuje a nacer al fruto de su vientre, después se desploma, suave y lánguida. Del fondo de su garganta emerge un gemido tembloroso y sordo, como los truenos de una tormentilla de verano que se aleja en el horizonte. Por lo demás, todo es silencio. Otra contracción y, de una sola vez, surge rápido más de la mitad del cuerpo del nuevo ser, envuelto en su sábana de carne diáfana, sólo quedan dentro, las dos patas traseras. Romina vuelve a incorporarse, para coger fuerzas, mostrando signos del esfuerzo grande que hace en cada momento, vuelve a dejar caer todo su gris, esta vez plomiza, pesada, y la bolsa amniótica sale, completa, junto con parte de la placenta.

Como un globo de agua que se estrellase en la tierra seca, oímos un “plop”, seguido de una especie de cortísimo y diminuto relincho; La bolsa se ha roto, el bebé respira. Ha sido todo tan rápido que apenas asumimos lo que acabamos de presenciar. Entre lágrimas y risas de felicidad impoluta, los que contemplamos la escena animamos a Romina y su cría. No deben faltarles fuerzas ahora. Son momentos decisivos.

Guiada por ese instinto- que hace tanto perdimos los que tan grandes nos creemos en esta creación- Romina se incorpora gimiendo un poco de puro agotamiento, expulsa la placenta, completa y hermosa como un corazón grana derramado en la paja, y procede a despojar a su trasunto del traje de fantasmilla, así se me antoja, que lo envuelve. El cordón umbilical, grueso y cincelado como las columnas de un altar barroco, aún une las dos vidas que acaban de verse por vez primera. Curiosos, Romera y su pollino, nacido ayer, se acercan para asegurarse de que todo va bien, olisquean un poco a la mamá y al recién nacido, y luego vuelven, tranquilos, a su lado de la cuadra a descansar un poco.

“Es una chica, estoy seguro”- digo por decir algo, por ocultar que podría quedarme allí pasmado, llorando de orgullo como si fuera el padre de la criaturita, durante horas, como un niño con juguetes nuevos.

Romina lame despacio y con seguridad a la cría, retirando la bolsa en bocaditos sutiles, topes delicados… La seca con la lengua en lametones cortos, casi milimétricos. Consigue despojarla de casi toda la bolsa, menos un trozo que le ha quedado pegado a la cabecilla a modo de bandana… ¡Está tan graciosa! Todos miramos ensimismados semejante inteligencia no adquirida, semejante habilidad sin necesidad de escuelas… La naturaleza es un misterio grande y hermoso.

En uno de sus primeros intentos por ponerse de pie, torpes aún y temblorosos, adivinamos dos diminutos pezoncillos y un órgano sexual bien definido: ¡Es una hembra!

Mientras su mamá la seca con paciencia, la pequeña deja de hacer esfuerzos para levantarse y se tumba plácidamente al lado de su madre; eso la preocupa, y vuelve a traer sombras de preocupación a nuestras pupilas… Mamá Romina se impacienta, mordisquea a la pequeña, que reacciona con susto, pero no hace amagos de levantarse… Romina parece estresarse un poco y empieza a cocear con rudeza maternal a la pequeña- Qué miedo si le hace daño!
“No os procupéis”- afirma tranquilo Guillermo, el veterinario, con orgullo pinzado en los labios- “Es una buena madre, sabe lo que está haciendo”.

Y más lágrimas a los ojos de los presentes, cuando, al levantarse por fin, tras cien intentos infructuosos, se rompe el cordón umbilical y la pequeña se tambalea cuadra arriba, cuadra abajo, curioseando el nuevo mundo que acaba de descubrírseles.

Ahora nos toca irnos. Pero no creo que ninguno volvamos a ser los mismos tras los acontecimientos de estos últimos dos días. Algo ha cambiado, de seguro, dentro de cada uno. Al menos yo, a partir de hoy, con alegría en el alma, he dejado de temer a la muerte; la vida es algo tan poderoso y magnífico que ahora sé que siempre y donde quiera, saldrá adelante. Qué gran suerte hoy, Rafa, de haber presenciado tal milagro, tal expresión fuerte de esperanza viva… por una vez en la vida, me sobra la emoción, y me faltan las palabras…

¡Bienvenida al mundo, pequeña!