
Felisa, la pobre mula rescatada en Algeciras, nos ha dejado. El jueves por la mañana se rendía, había decidido que ya no valía la pena luchar más, los esfuerzos de sus cuidadores y del veterinario para que se levantara fueron en vano. Su pulso, su respiración y su temperatura eran muy elevados, había llegado su hora…
Rescatada a principios de mes, tras ser abandonada y tras una vida de penalidades, su cuerpo venía cubierto de heridas y renqueaba de su pie derecho. ¡Era puro pellejo del hambre que había pasado!
La herida del cuello, un desgarro de casi 20 cm, había extendido la infección por debajo de la crin, aunque mucho tejido estaba cicatrizando, una zona de la herida no acababa de sanar.
Felisa ya nos había dado un susto, al día de llegar al refugio, pero pudieron más sus ganas de vivir. Sin embargo, este pasado jueves decidió que ya no quería luchar más. El veterinario y sus cuidadores la ayudaron a hacer el tránsito sin sufrimiento ni dolor.
Queremos agradeceros todos los mensajes llenos de buenos deseos para Felisa que nos habéis hecho llegar. Vuestro apoyo moral nos anima, en momentos como este, a seguir afrontando nuestra labor con renovada energía y a continuar luchando por ayudar a los asnos y mulas que lo necesiten. A todos vosotros nuestro agradecimiento y nuestro compromiso.