Pues sí, en las últimas semanas han llegado nuevas burritas que van a pasar su nueva vida junto a nosotros. Concretamente dos, que se llaman Chica y Castaña.
Chica viene de Mérida, donde fue rescatada, por José Luis, un señor enamorado de los burros que nos echa una mano en Extremadura, de una vida de casi abandono que estaba afectando seriamente a su salud. José Luis la cuidó con esmero para que tuviera fuerzas suficientes para poder viajar hasta El Refugio del Burrito. Ahora Chica ya ha recibido la visita del veterinario y del herrador (algún día contaré lo trabajoso que soy con ellos), y se recupera rápidamente gracias a los cuidados que recibe.
Castaña no ha tenido que viajar tanto; fue recogida en Tolox, un precioso pueblo de Málaga, después de que el propietario pidiera a Iván que se hiciera cargo de ella porque sus pezuñas requieren un cuidado experto que su dueño no podía dispensarle. Y es que la pobre Castaña está infosada, es decir, el hueso del único dedo que tenemos los burros en cada extremidad, ese que está envuelto por la pezuña, se ha desplazado y le causa mucho dolor. Ahora, la pobre, anda tomando antiinflamatorio y analgésico y el herrador ya la ha visitado y le ha recortado las pezuñas para que se sienta mejor. Ella prefiere no andar mucho y en cuanto tiene ocasión se tumba a tomar el sol en el foso de arena del corral de cuarentena. La verdad es que ha mejorado porque ahora ya no necesita que la ayuden a levantarse.
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