La burra que os voy a presentar hoy se llama Hope (Esperanza, en castellano). Hope es muy buena, demasiado buena. Tiene 27 años, pero la mala vida que ha pasado le ha cobrado factura a su salud. Hope es griega, aunque su perfil no es precisamente grecorromano. Hope es una burra sin orejas; un capricho de la naturaleza, un capricho de la naturaleza humana.
No acababa Hope de hacerse cargo de su nueva situación cuando sufrió una brutal visita; unos jóvenes (a los que me gustaría tener al alcance de mis pezuñas) la atacaron salvajemente amputándole las dos orejas con un cuchillo y rajándole el lomo, desde el cuello hasta la grupa a golpes de pala. Era noviembre de 2002 y, por suerte para ella, su caso llegó a oídos del Donkey Sanctuary en el Reino Unido. Hope fue curada de sus heridas, por otros griegos amantes de los animales y recibió atenciones que nunca antes recibió. Finalmente, ya restablecida de sus heridas viajó desde Grecia junto con otra burra Sara (ya fallecida) y unos mulos "contrabandistas" procedentes de Kosovo hasta Fuente de Piedra donde la he conocido.
Hope, que es una cándida, no guarda rencor alguno a los humanos (en eso no nos parecemos) y se acerca a ellos confiada en que, tal vez, con su ejemplo pueda enseñar a los monos cabreados la entereza que puede llegar a mostrar un miserable burro ante la vileza de unos simios que se creen superiores por caminar erguidos.
1 comentario:
genial si lo inventaste tu te felicito
aunq a veces no hace falta inventar nada
solo observar
gracias por tu historia
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